Sin salud no hay orgullo. El estigma y la discriminación nunca deben ser una barrera a los derechos.
Según un estudio realizado por la Fundación Huésped, antes de que iniciara la pandemia, concluyó en que de las personas encuestadas, el 88% de feminidades trans experimentó una situación discriminatoria en general por su identidad de género y casi el 50% experimentó una situación discriminatoria en servivios de salud por su identidad de género.
El mismo estudio arrojó que, de las personas encuestadas, más de un 70% de masculinidades trans evitó realizar consultas ginecológicas por miedo a ser discriminados por su identidad de género.
A dos meses de comenzada la pandemia, entre mayo y junio de 2020, la Fundación llevó a cabo una encuenta en línea para conocer en que situación se encontraban personas trans y no binarias.
Como mínimo un 11% de las personas encuestadas tuvo dificultades de acceso a terapia antirretroviral y más del 50% de las feminidades trans tuvo impedimento de acceso a terapia hormonal.
El 20% de las feminidades trans, el 27.6% de las masculinidades trans y el 42% de las personas no binarias encuestadas sufrió algún tipo de violencia durante el aislamiento preventivo.
El acceso a la salud es un derecho humano. El estigma y la discriminación nunca deben ser una barrera a los derechos.