Este histórico mercado ubicado en el corazón del barrio de San Cristóbal, es una especie de “edén” para coleccionistas y, también, para quienes aman la ropa “vintage”. Además de que cuenta tanto con carnicerías como pescaderías dentro del mismo.
Ubicado en la Av. Independencia y Av. Entre Ríos, el mercado San Cristóbal, es el más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires. Si bien fue fundado en el año 1882, su edificación actual se remonta al año 1945.
Si bien, uno al ingresar, puede notar que es un mercado más bien “pequeño”, la realidad es que el mismo alberga, dentro de sí,150 puestos. Y lo interesante, también, es que su “nacimiento” fue casi de la mano del mismo barrio. Fundándose el barrio de San Cristóbal en el año 1869, trece años después nace su propio mercado barrial.
Su primera estructura (1882) constaba de hierro y vidrio, principalmente; y con un techo con lo que se conoce “ a dos aguas”. Para 1945, empezó a ser refaccionado mediante un proyecto presentado por los arquitectos Santiago Sánchez Elía, Federico Peralta Ramos y Alfredo Agostini, todos miembros del estudio SEPRA. El resultado de la obra fue una enorme estructura que constaba de tres arcos de 17 metros de luz y 35 metros de largo, todo construído en hormigón armado.
En la planta baja se podía apreciar una hilera con ocho negocios – todos estos sobre la Avenida Entre Ríos – y los negocios restantes, entonces, sobre la Avenida Independencia.
Asimismo, en la esquina de ambas avenidas, se encuentra otro edificio emblemático del barrio : se trata del Gran Café Gardel de Buenos Aires, famoso ya que durante muchos años lucía en su entrada un gran cartel con la imagen de Carlos Gardel.
El mercado funciona de lunes a sábados, ininterrumpidamente, en el rango horario de 8 de la mañana a 9 de la noche. Consta de dos ingresos: el que se ubica sobre Avenida Entre Ríos es exclusivo para todas aquellas personas que quieran visitarlo o recorrerlo; y sobre la Avenida Independencia se encuentra una entrada de uso para los camiones de carga y , también, con un espacio destinado al estacionamiento tanto de autos como de camionetas.
El mercado recibe, de manera diaria, a coleccionistas de objetos antiquísimos, como así también, a aquellas personas que buscan ropa usada o vintage a precios muy accesibles. Algunos locales, incluso, aceptan lo que se conoce como “trueque”.
También se pueden comprar productos comestibles, desde carnes, quesos y pescados frescos.
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