La historia del primer tango tiene origen en una “pelea”, en una “rivalidad”, que luego concluyó en uno de los dúos más exitosos respecto al tango, y al origen del “tango cantado”. Nos remontamos hacia el año 1910 y Carlos Gardel era una de las voces más escuchadas en las calles porteñas y si bien era uno de los “preferidos” entre los de la zona, no era el único.
“El Oriental” José Razzano era otro cantor con mucho prestigio y seguidores, y resultó ser que los admiradores de uno y otro se pusieron un día de acuerdo para organizar una especie de “topada”.
El encuentro no sólo terminó en paz, sino que además dejó su marca para siempre en la historia de las calles de Buenos Aires: a esa calle que supo ser el escenario del “enfrentamiento” se le dio el nombre de Carlos Gardel.
Se arma así el gran dúo, allá por 1913, Gardel – Razzano y dos años después, Pascual Contursi escribió sus versos sobre la música del tango “Lita”.
Fue entonces que el primer tango canción se estrenó para 1917, pero rebautizado bajo el nombre de “Mi noche triste”. El dúo Gardel- Razzano la interpretó por primera vez en el teatro Esmeralda (actualmente llamado: Teatro Maipo).
Es a partir de entonces que –dicen los que saben- el tango se empieza a cantar y esto es gracias a Carlos Gadel.
Y parte de la misma dice así:
“De noche cuando me acuesto, no puedo cerrar la puerta
Y porque dejándola abierta me hago ilusión que volvés
Siempre llevo bizcochitos pa’ tomar con matecitos
Como si estuvieras estabas vos
Y si vieras la catrera como se pone cabrera
Cuando no nos ve a los dos.
Ya no hay con el bulín, aquellos lindos frasquitos
Adornados con moñitos todos de un mismo color
Y el espejo está empañado
Si parece que ha llorado por la ausencia de tu amor.”