Por ser el primero en edificarse de hormigón armado.
El edificio del Mercado de Abasto, donde actualmente se encuentra el shopping del mismo nombre, se distingue como una destacada construcción histórica en la ciudad de Buenos Aires. Fue la primera edificación en la capital argentina en utilizar hormigón armado, lo que marcó un hito arquitectónico en su época.
El origen de este imponente edificio se remonta a dos eventos significativos. En primer lugar, el crecimiento de las corrientes migratorias a fines del siglo XIX generó la necesidad de construir un nuevo mercado. En segundo lugar, la demolición del Mercado Modelo, consecuencia de la apertura de la Avenida de Mayo, impulsó la construcción de un Mercado Central de Abasto en el terreno situado entre las calles Corrientes, Lavalle, Anchorena y Laprida, con una superficie de 25 mil metros cuadrados. En este mercado se vendían al por mayor frutas, verduras y otros productos de primera necesidad.
La primera etapa del Mercado de Abasto se inauguró el 1 de abril de 1889. En 1903, se añadieron un frigorífico y una fábrica de hielo, requerimientos impuestos por la Municipalidad en respuesta a las normas higienistas que surgieron en la ciudad en esa época. En junio de 1933, se inauguró una conexión subterránea con la línea B del subte, facilitando el acceso de los visitantes al mercado.
El diseño actual del edificio fue concebido por el arquitecto esloveno Viktor Sulčič y se inauguró en marzo de 1934. En aquel entonces, la alta demanda de productos en la ciudad impulsó la necesidad de ampliar los mercados existentes. Así surgió la idea de construir un nuevo mercado en el mismo lugar. El diseño de Sulčič se inspiró en el estilo arquitectónico brutalista, siguiendo las propuestas innovadoras de Le Corbusier.
La construcción del nuevo edificio comenzó en diciembre de 1931 y estuvo a cargo de la empresa constructora Arienti y Maisterra, reconocida por su participación en la construcción de emblemáticos edificios de Buenos Aires. Una vez finalizada, el edificio fue reinaugurado el 24 de marzo de 1934, con una superficie total de 44.000 metros cuadrados.
El diseño del nuevo edificio se basó en una compleja combinación de cinco bóvedas de hormigón dispuestas de manera perpendicular a la avenida Corrientes. Además, se incorporó una estructura de vidrio que no solo permitía la entrada de luz, sino que también proporcionaba aislamiento térmico. El proyecto se distinguió por su calidad constructiva y diseño vanguardista para su época.
En 1984, con la apertura del Mercado Central de Buenos Aires en la localidad de Tapiales, se decidió cerrar el Mercado de Abasto y trasladar sus operaciones. El edificio fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad y, posteriormente, pasó a manos de IRSA, la empresa propietaria del shopping que se inauguró en 1998.
En la actualidad, el edificio del Abasto es un concurrido centro comercial que alberga una amplia variedad de tiendas, cines, áreas de entretenimiento, patio de comidas y ofrece una gran variedad de eventos culturales y espectáculos para el disfrute de todos, incluyendo a los más pequeños. Se ha convertido en un lugar de encuentro emblemático, donde convergen la historia arquitectónica y la vida contemporánea de Buenos Aires.
En resumen, el edificio del Mercado de Abasto, desde su origen como un mercado de abastos, pasando por el hito en la arquitectura porteña que significo la construcción en hormigón armado del nuevo edificio hasta su reconversión en un exitoso centro comercial, ha dejado una huella imborrable en la historia y el paisaje urbano de Buenos Aires. Su importancia histórica, su arquitectura única y su actual función como un espacio de encuentro cultural lo convierten en un espacio vibrante donde los locales y turistas disfrutan de compras, entretenimiento y eventos culturales. Este emblemático edificio sigue siendo un punto de referencia en la ciudad, destacando la importancia de preservar y valorar nuestro patrimonio arquitectónico.
txt: Lucio Noguera