Ubicado en Avenida Rivadavia 1635, frente a la Plaza Congreso, el Cine Gaumont se alza como un tesoro cultural en el epicentro de Buenos Aires. Desde su establecimiento en 1912, esta icónica sala ha sido testigo de la evolución del cine argentino, adaptándose a los cambios tecnológicos y manteniéndose como un referente fundamental en la vida cultural de la ciudad.
La historia del Cine Gaumont está impregnada de momentos destacados. Inicialmente conocido como Cinematógrafo de la Plaza del Congreso, en 1922 cambió su nombre en honor a Léon Gaumont, un visionario pionero del cine francés. A lo largo de los años, el cine ha atravesado diversas transformaciones, reflejando el desarrollo de la industria cinematográfica en el país.
A medida que avanzaba la tecnología cinematográfica, el Gaumont se mantuvo a la vanguardia de las innovaciones. En la década de 1950, introdujo el sistema Cinemascope, una creación de 20th Century Fox que permitía disfrutar de películas en un formato panorámico inmersivo. Posteriormente, en la década de 1960, incorporó la tecnología Súper Cinerama, que proyectaba imágenes simultáneas mediante tres proyectores de 35 mm sincronizados en una pantalla gigante cóncava.
A lo largo de su trayectoria, el Cine Gaumont ha enfrentado desafíos y cambios de propiedad. En 1995, en respuesta a la llegada de las cadenas de cines con múltiples salas, el cine fue sometido a una remodelación y dividido en tres salas, ampliando así su capacidad. Desde 2003, es administrado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), centrándose principalmente en la proyección de documentales y ficciones de origen nacional. En la actualidad, el Cine Gaumont continúa siendo un referente para el cine argentino, especialmente para las producciones independientes y menos conocidas.
La visita al Cine Gaumont ofrece una experiencia enriquecedora para aquellos que deseen sumergirse en la vida cultural de Buenos Aires. Además de disfrutar de las películas argentinas, se puede complementar la experiencia con un recorrido por el cercano Congreso de la Nación, maravillándose con su imponente arquitectura. Asimismo, la zona ofrece opciones gastronómicas tentadoras, desde una auténtica parrillada coreana en Bi Won hasta deleitarse con un exquisito ceviche en Chan Chan.
Txt: Lucio Noguera