Ubicada Tte. Gral. Juan Domingo Perón 2630 la Torre Saint, está protegida por la “Ley Anchorena” (N° 3056) que resguarda consttrucciones anteriores a 1941 y está catalogada como “Singular” y resguardo “Cautelar”.
Emilio Saint, empresario heredero junto a sus hermanos de la firma de Chocolates Águila, le encargó al arquitecto francés Robert Charles Tiphaine, la construcción de un edificio que fuera imponente, con connotaciones históricas y arquitectónicas, en un amplio terreno de la calle Cangallo (hoy Perón) 2630.
Robert, entonces, diseñó un edificio de trece pisos, en un estilo art deco, y con ornamentaciones de alegoría egipcia, inspirado por los descubrimientos arqueológicos de la época, como el hallazgo de la tumba de Tutankamón en 1922.
Durante los tres años que demandó la construcción una plantilla de obreros e ingenieros copó el barrio. La constructora Galli y Cía. fue la encargada de levantar esta estructura de hormigón armado de 67m de alto, 19 de ancho y más de 50 de profundidad, con la supervisión del ingeniero Ítalo Galli.
Se inauguró en 1928 como un edificio de viviendas con una calidad constructiva que ya no existe, mármoles, carpintería y herrería europea. Lo que encanta a los vecinos es lo silencioso que es, a pesar de estar ubicado en una calle muy ruidosa. Eso se debe a que las paredes son anchísimas, y entre piso y piso hay cámaras de aire que aíslan a cada unidad.
La planta del inmueble es simétrica, pero con respecto a un eje que pasa por la mitad de la fachada lateral, y está organizada en dos cuerpos ocupados unidos y simétricos, con formato de U. A partir del piso octavo pierden los bloques de los extremos y cada planta se transforma en semipisos con formato de L hacia el eje transversal, donde se ubican los dos núcleos de ascensor y escalera.
Su espacio de acceso sorprende por su trabajado portón negro, rodeado por paredes talladas y columnas que se abren en lo alto con detalles en balcones, rodeados por pilastras con diseño egipcio y capiteles que emulan palmeras. Su extensa galería central, que une los dos cuerpos del edificio, deja entrever formas geométricas que juegan con las reverberaciones de luz a través de los vitrales.
A su vez, posee una terraza, la cual cuando se inauguró, era un solárium. Había vestuarios, y bajo la galería techada, reposeras. Este edificio fue uno de los primeros en tener amenities en la Ciudad de Buenos Aires.
De todas maneras, lo más llamativo de la Torre Saint es su coronamiento. Tiene dos torres gemelas con cúpulas de tejas de bronce, que al iluminarse resemblan a un faro. Por desgracia, la torre izquierda (si se mira desde la estación Once) se dañó debido a que sufrió un incendio. La derecha resultó intacta pero, por el paso del tiempo, se ha oxidado tomando un tono verdoso.
En 2017, en el marco del plan de Once Peatonal lanzado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se realizó una restauración al edificio. Se trabajó el frente, un bajo cornisa que obtiene la primera mirada del peatón; y se reconstruyó la cúpula Norte.
La Torre Saint es un edificio único en Buenos Aires tanto en su ornamentación como en su volumetría, que puede ser admirada desde los puentes ferroviarios ubicados en el límite entre Almagro y Balvanera, como el peatonal de Bustamante o los viales de Mario Bravo o Bulnes.
Txt: Lola S.