Un bar notable es aquel que-ya sea por su antigüedad, arquitectura o relevancia social- es considerado como tal y forman parte oficial del patrimonio cultural de la ciudad. El bar Roma es uno de ellos y sin lugar a duda reúne todas esas características y más …
Ubicado justo en la esquina de Anchorena y San Luis, el bar Roma abrió sus puertas por primera vez en el año 1927; en un principio como bar-almacén (como la mayoría en esa época) para luego pasar a ser el típico “boliche” bar de Buenos Aires.
Fue adquirido en el año 1952 por dos primos asturianos llamados Jesús Llamedo y Laudino Pruneda quienes fueron sus dueños durante casi setenta años. Uno se pregunta por qué se llama bar Roma si sus dueños eran asturianos y la respuesta a esta incógnita es que en ese entonces el barrio era uno de los más elegidos para vivir por los inmigrantes italianos; podemos decir, entonces, que su nombre fue una suerte de estrategia de marketing.
Para el año 2019, sus dueños deciden que es hora de vender el lugar, y es allí donde entran en acción Julián Díaz y Martín Auzmendi como los nuevos dueños y “guardianes” de Roma. Cabe destacar que los nuevos propietarios del lugar no llegaron por una cuestión de simple azar, sino que fueron elegidos por los mismísimos primos asturianos. Julián y Martín fueron los encargados entonces de restaurar el lugar, pero respetando la esencia del mismo- por respeto y pedido de sus antiguos dueños-.
Si bien antiguamente Roma se caracterizaba por ser una gran sandwichería; la “estrella “de Roma, hoy en día, es la pizza preparada con harina agroecológica y con una fermentación natural de 48 horas que bien pueden ser acompañadas por su otra estrella: el vermú, el cual es preparado en Mendoza de forma casera y se sirve tirado, lo cual nos da la elección de ser consumido tanto dentro del lugar como para llevarlo y disfrutarlo en casa.
Los vecinos del barrio son también grandes “guardianes” de Roma. Sin ir más lejos, una de sus vecinas-que vive justo enfrente al bar- fue la encargada de restaurar el cuadro de San Martín que dicho bar alberga.
txt: Marie N