Historia de la legendaria Soda Belgrano, bebida gaseosa de La Argentina S.A.

El ori­gen de la ya de­sa­pa­re­ci­da pero le­gen­da­ria so­da Bel­gra­no, be­bi­da ga­seo­sa que La Ar­gen­ti­na S. A. ela­bo­ra­ba en su plan­ta ubicada, en ese entonces, en San Juan 2844, es­tá intrínsecamente li­ga­da a las fá­bri­cas de re­fres­cos y li­co­res que se de­sa­rro­lla­ron en Bue­nos Ai­res a par­tir de la se­gun­da mi­tad del si­glo XIX.

Una de esas em­pre­sas, la del dueño Pe­dro In­chaus­pe, co­men­zó a ela­bo­rar­la y dis­tri­buir­la en to­do el país.
En el año 1847, De­si­de­rio Cha­ra­bel ha­bía fun­da­do una fá­bri­ca de so­da en un pequeño lo­cal ubicado ca­lle Po­to­sí (hoy llamada Al­si­na). 

Com­pra­da por Juan In­chaus­pe en 1862, el local apropió el nom­bre de su nue­vo due­ño. Na­ci­do en los ba­jos Pi­ri­neos, don Juan con­ser­va­ba su ca­rác­ter de ori­gen vas­co y co­men­zó la ela­bo­ra­ción de sus pro­duc­tos con de­di­ca­ción y un fir­me con­vic­ción de ven­cer los es­co­llos pro­pios de to­do ini­cio.

Al mismo tiempo, y fren­te al vie­jo Ho­tel del Glo­bo, ubicado en la ca­lle 25 de Ma­yo, en­tre Pie­dad y Can­ga­llo (actualmente llamadas Bar­to­lo­mé Mi­tre y Tte. Gral. Juan D. Pe­rón) ve­nía fun­cio­nan­do también, la fá­bri­ca de li­co­res y so­da de Emi­lio Bi­lliart, fun­da­da años an­tes por Do­min­go Mar­ti­co­re­na.

An­drés y Pe­dro In­chaus­pe, her­ma­nos de Juan, la ad­qui­rie­ron el 1° de mar­zo de 1866 y des­de en­ton­ces dos de las más im­por­tan­tes fá­bri­cas de aque­llos tiem­pos gi­ra­ban con el mis­mo ape­lli­do.
Mien­tras tan­to, don Juan incrementa cada vez más su pro­duc­ción y mu­da­ su establecimiento a un lugar mucho más grande, ubicado entonces en las calles Mo­re­no y De­fen­sa. Allí fue don­de, en 1868, se fusionaron am­bas fá­bri­cas, unien­do los es­fuer­zos de estos tres her­ma­nos pa­ra for­mar una so­la em­pre­sa que co­men­zaba a ga­nar cada vez más pres­ti­gio. 

Inevitablemente, entonces, surge la ne­ce­si­dad de adquirir una nue­va plan­ta y al año si­guien­te lo hacen en un te­rre­no en la calle Ve­ne­zue­la en­tre Bal­car­ce y De­fen­sa. 

Des­pués de tan­tas mu­dan­zas, per­ma­ne­cie­ron en ese mismo lu­gar por ca­si dos dé­ca­das enteras.
A me­dia­dos de los ochen­ta Juan abandona la empresa familiar y de este modo queda An­drés y Pe­dro, co­mo sus due­ños. 

Un nue­vo tras­la­do ocurre en el año 1886, y se  ins­ta­la un am­plio pre­dio ubicado en la Avenida In­de­pen­den­cia 456/72.

Llegamos al año 1904, cuando finalmente se inau­gu­ró una gran plan­ta so­bre un te­rre­no de 10.000 va­ras cua­dra­das (una manzana entera) con fren­te a San Juan 2844. Este predio definitivo lle­vó el nom­bre de La Ar­gen­ti­na, que pos­te­rior­men­te fue con­ver­ti­da en una so­cie­dad anó­ni­ma. 

Des­de su ini­cio fue considerada una de las empresas no sólo más grandes, sino más exitosa de toda Amé­ri­ca del Sur, y fue allí que co­men­zó la pro­duc­ción de la gran So­da Bel­gra­no.
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